En esto creemos
Lo siguiente son las creencias de Iglesia El Faro basadas en la verdad dada en La Biblia. Todo nuestro ministerio se basa en estas doctrinas.
Dios
Creemos que hay un solo Dios vivo y verdadero, que creó los cielos y la tierra. Él es el Creador, Redentor, Preservador, Sustentador, Proveedor y Rey de todo el universo visible e invisible. Él tiene el poder y la autoridad para cumplir Sus propósitos y voluntad. Él es un solo Dios y, sin embargo, tres Personas distintas: Padre, Jesús el Hijo y Espíritu Santo, funcionando relacionalmente en absoluta unidad, humildad y armonía. (Deut. 6:4 Juan 14:10, 26 Mat. 28:19 2 Cor. 13:14)
Cristo
Creemos que Dios el Hijo se revela a la creación a través de la persona de Jesucristo. Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Vivió una vida perfecta sin pecado y fue sacrificado por nuestros pecados para cumplir el plan de Dios para redimir a la humanidad. Después de la muerte de Jesús, Él resucitó físicamente de entre los muertos y ascendió al Cielo para gobernar con Dios Padre por toda la eternidad. Como resultado de lo que logró y de quién es como el Hijo unigénito de Dios, Jesús es el único a través del cual la humanidad tiene acceso directo a Dios. Toda la creación anticipa ansiosamente el prometido regreso de Jesús a la tierra, donde Él gobernará con justicia y compasión y restaurará la paz a toda Su creación. (Luc. 1:35, Juan 1:1-2, 14, Hechos 1:9-10; Hechos 2:18-36 Rom. 3:24-25, Rom. 8:34, 2 Cor. 5:19-21, Gal. 4:4-5, Ef. 1:7, Fil. 2:5-8, 1 Pedro 1:3-5, 1 Pedro 2:24, Heb. 7:25, Heb. 9:24, 1 Juan 2:1-2)
Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios. Él viene a residir personalmente dentro de cada creyente en el momento en que uno confía en Jesús como su Salvador. Creemos que el Espíritu Santo hace que la humanidad sea consciente de su necesidad de Dios y trae convicción.
Él es enviado como consolador para capacitar a los creyentes para que vivan una vida justa, comprendan la verdad de las Escrituras y le da dones a los creyentes de acuerdo a Su voluntad. Creemos que el pecado puede entristecer al Espíritu Santo y que la búsqueda de la santidad le permite al creyente permanecer mejor con el Espíritu Santo. (Juan 16:8-11, Rom. 8:9; Rom. 12:3-8, Ef. 1:13-18; Ef. 4:7-12; Ef. 5:18, 1 Cor. 1:22; 1 Cor. 13:8; 1 Cor. 12:4-14, 28; 1 Cor. 14:21-22, 2 Cor. 3:6, 1 Juan 2:20, 27)
Él es enviado como consolador para capacitar a los creyentes para que vivan una vida justa, comprendan la verdad de las Escrituras y le da dones a los creyentes de acuerdo a Su voluntad. Creemos que el pecado puede entristecer al Espíritu Santo y que la búsqueda de la santidad le permite al creyente permanecer mejor con el Espíritu Santo. (Juan 16:8-11, Rom. 8:9; Rom. 12:3-8, Ef. 1:13-18; Ef. 4:7-12; Ef. 5:18, 1 Cor. 1:22; 1 Cor. 13:8; 1 Cor. 12:4-14, 28; 1 Cor. 14:21-22, 2 Cor. 3:6, 1 Juan 2:20, 27)
Las Escrituras
Creemos que los 66 libros de la Biblia son dados por Dios como Su Palabra. Dios reveló Sus palabras a la humanidad a través del Espíritu Santo a autores humanos, utilizando sus personalidades únicas para revelar la verdad acerca de Dios y Su actividad en el mundo. Como resultado, el mensaje de la Biblia es la verdad absoluta, sin error, absolutamente confiable, y eterna. Las Escrituras son útiles para guiar y corregir en todas las áreas de la vida. Da los principios según los cuales Dios nos juzga y relata los pasos que nuestro amoroso Dios ha dado para redimir a la humanidad caída.
Creemos que la Biblia es la fuente de la verdad suprema y la autoridad final en todos los asuntos relacionados con lo que los cristianos deben creer y cómo deben vivir. En asuntos en los que la Biblia guarda silencio o no es específica, los cristianos deben buscar principios eternos que se encuentran en la Biblia como guía, resistiendo la tentación de hacer que la Biblia diga lo que ellos quieren que diga. (Éxodo 24:4; Deuteronomio 4:1-2; Mateo 5:17-18; 2 Timoteo 3:15-17; 2 Pedro 1:19-21)
Creemos que la Biblia es la fuente de la verdad suprema y la autoridad final en todos los asuntos relacionados con lo que los cristianos deben creer y cómo deben vivir. En asuntos en los que la Biblia guarda silencio o no es específica, los cristianos deben buscar principios eternos que se encuentran en la Biblia como guía, resistiendo la tentación de hacer que la Biblia diga lo que ellos quieren que diga. (Éxodo 24:4; Deuteronomio 4:1-2; Mateo 5:17-18; 2 Timoteo 3:15-17; 2 Pedro 1:19-21)
La Humanidad y su condición
Creemos que los seres humanos, hombre y mujer, fueron creados por un acto especial de Dios, en Su propia imagen y que fueron la mejor obra de Dios en Su creación. Dios especificó roles tanto para hombres como para mujeres, cada uno de ellos hermoso, igual y único en su reflejo de los atributos de nuestro Creador. Como Creador justo y amoroso, uno de los diseños de Dios era tener una relación personal con las personas que Él creó. Los humanos eran inocentes al principio, pero trajeron el pecado al mundo al rebelarse contra Dios, fracturando así nuestra relación con Él. Pero Dios, debido a su gran amor por la humanidad, hizo posible que se restableciera una relación personal. (Génesis 1:26-31; 3:1-19; Romanos 1:19-32; 3:23)
Salvación
Creemos que la salvación es un regalo de Dios y se recibe a través del arrepentimiento y la fe genuina en Jesucristo. Nuestra salvación es guardada para siempre por nuestro Dios y nos permite vivir la nueva vida de un creyente. En cuanto los creyentes empiezan a confiar cada vez más en Dios, sus vidas, sus perspectivas, carácter y decisiones serán cada vez más como las de Jesús. Todos los que han rechazado a Dios, al rechazar la muerte de Jesús por sus pecados, sufrirán una separación eterna de Dios y una separación eterna de la vida que Él diseñó originalmente para ellos - esto es el infierno. Los creyentes, al morir, serán recibidos en la presencia de Dios para vivir esa relación perfecta con Dios para la cual fueron diseñados. (Mateo 1:21, 16:21-28; Juan 5:24; Romanos 2:4, Romanos 3:23-25, Romanos 5:8-10)
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